Crónica Chiapaneca (Parte Segunda)
Una noche Chiapaneca
Una noche Chiapaneca
Y en ves de las respuestas que buscaba
Un ciclón de preguntas me esperaban
Joaquín Sabina
Un ciclón de preguntas me esperaban
Joaquín Sabina
“Se decidió entonces hacer la larga marcha, el profano hablo casi un día entero con la hija del astro rey y el tema principal era el amor por la semilla del meteorito. Tiempo después el profano entendió que fue un error hablar solo de eso con ella, ella seguramente se dio cuenta en el momento que estaba pasando pero lo quería mucho y lo entendía –o al menos lo intentaba- por ello soporto su incesante platica, pero el viaje termino, o más bien comenzó”
La noche ya empezaba, Sol y yo llegamos tarde a la cita, ese día estuvo totalmente ajetreado, puede conseguir la casa de campaña y mi bolsa de dormir hasta ese día. “Tenemos que estar temprano, para inscribirnos y que no nos toque irnos tan noche” fue la consigna que nos dijimos ambos, y ya en el momento yo llegue a la hora limite para inscribirnos –era obvio que no llegaríamos temprano como dijimos- busque a Sol pero no la encontré entonces me llego su mensaje y llegaría tarde me moría de hambre así que me senté y baje mi pesada mochila platique con alguna banda sentado hasta que llego sol y se lanzo a comprar las cosas que nos faltaban –unas tortas por que ninguno había comido que nos empujamos con singular alegría- ya nos inscribimos más tarde pero muy al final salimos del punto de reunión hasta las 10 de la noche con un desmadre de las mochilas donde una pinche banda traía muchas pinches cajas –ya sabrán por que les digo pinches- bueno nos subimos al camión.
Pasaban las horas y nosotros esperábamos fuimos comiendo una fruta que compramos y platicando, esperábamos algún reten militar pero no paso, las paradas al baño eran largas y problemáticas la gente se tardaba media hora en ir a orinar pero bueno así pasaron poco mas de 19 horas llegamos a las 7 de la noche –hora Chiapas- a el caracol 2 Obentic resistencia y rebeldía por la humanidad “pequeño rincón digno de nuestra patria mexicana”, los zapatistas tienen un modo muy otro se tiene que pedir permiso para entrar a la comunidad, lo que es un poco tardado y nosotros con nuestras mochilas. Por fin después de un rato entramos al caracol y observe sus murales –fue lo que mas me agrado- íbamos bajando por un camino (después verán las fotos) empedrado y de bajada, después tratamos de poner el campamento de la Guerrilla Urbana Poética (GUP) ósea la casa de campaña que conseguimos, por cierto de forma poco inteligente la colocamos en un lugar donde había puros compas y pues no los íbamos a dejar ver, nadie nos dijo nada pero mejor nos cambiamos de lugar y nos toco un lugar bien chueco pero bueno, después de eso salimos y cenamos en una cooperativa, unas quesadillas con frijolitos y un arroz muy bueno acompañadas de su rico café.
Ya comenzaba la noche y el frio a sentirse, como lo veníamos realizando Sol y yo rompimos nuestras orbitas y anduvimos no poco rato cada quien por su lado, a lo mas nos juntamos para pasarnos la cámara fotográfica, darnos el abrazo combativo de inicio de año, comer un pancillo con su arroz con leche (no muy bueno por cierto), y bailar un poco, pero ya llegaremos a esto.
El comandante Domingo nos dio la bienvenida, muy buenas noches nos deseo a nombre de los “hombres, mujeres, ancianos y niños que forman parte de Ejercito Zapatista de Liberación Nacional” se celebraba el 15º aniversario del levantamiento indígena que sacudió al mundo ese 1º de enero de 1994 y era desde luego una fecha de celebración en contra del olvido y de la muerte y como ya he comentado era en el marco del festival internacional de la digna rabia, nos deseo que lo pasáramos bien y con animo “aunque sea con un poco de frio y lluvia, que es la forma de recibir a los visitantes que llegan a estas tierras zapatistas sobre todo a los que llegan por primera vez para que no desanimen”.
Se aglutinaban las personas en las canchas de basket por que el evento se realizara en frente de estas, había un número altísimo de extranjeros y era muy interesante ver a los compas europeos a lado de los compas chiapanecos como se imaginaran había mucha diferencia en las estaturas pero ya verán las fotos.
Entre entonces la comisión del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y prosiguieron a darle lectura al comunicado que se preparo para este evento, bien saben que lo pueden escuchar en la pagina de la Digna Rabia –buscare videos para tratar de ilustrar mas-, hubo un momento que me sorprendió muchísimo y fue cuando cantaron el himno nacional, muchos de ustedes sabrán que yo me declaro “sin Patria” y que no estoy de acuerdo con los nacionalismos, pero hasta ese momento no sentí hueco su “mexicanos Al grito de Guerra”. El evento transcurrió no seré tan explicativo en esto no se pueden describir el torrente de sentimientos que me generaron los compañeros el mayor de este fue el de esperanza.
La noche transcurrió termino el evento, y como ellos dijeron “los dejamos con el baile”, nunca escuche tantas veces en mi vida la canción de la “abeja miope” –como se imaginaran esa canción no me gusta pero si a pesar de ello baile con Sol y con algunas otras compañeras, me fui a dormir mucho antes que ella, y me costo mucho pero lo conseguí un poco, aunque por varios días tararee la abeja miope.
Así el viento trajo el amanecer y me levante atontado, recorrí ahora si el caracol tome muchas fotos, me sorprendió que vendieran coca cola (en otro texto hablare sobre esto, pero les adelanto que tuve que regresar con Sol por que me deprimió).
Ahora sabrán por que dije que era la pinche banda resulta que unos “compas” que traían unas pinches cajas, según acopio, pero por la mañana sacaron su vendimia, ¿Qué era? Pues productos chinos como mariposas para el pelo y cosas así y las compas con su pasamontañas y todo las compraban. Me causo molestia me sentí como en la conquista que los colonizadores cambiaban piedras de vidrio por oro.
Salimos del caracol muy tarde como a las 5, pero esto ya es parte de la siguiente crónica.
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